La sostenibilidad ha encontrado su hueco en el sector de la edificación y se nos presenta en forma de sellos. Estos sellos son certificaciones que, según ciertas características medioambientales y sociales, otorgan una calificación al inmueble.
A pesar de que a menudo estos sellos puedan ser confundidos con otro tipo de certificaciones para edificios, como son los Certificados de Eficiencia Energética (CEE) o el certificado PassivHaus, no son sellos de sostenibilidad propiamente dichos, ya que estas certificaciones se centran en el factor energético. En el caso de PassivHaus, por ejemplo, cuanto menor es la demanda, mejor es la calificación.
En cambio, los sellos de sostenibilidad tienen un enfoque más amplio, teniendo en cuenta aspectos más allá de la energía, como el uso eficiente del agua, la calidad del aire interior, el uso de materiales sostenibles, la accesibilidad al transporte público…
Son varios los sellos que existen hoy por todo el planeta. Estos son los más destacados a nivel internacional:
BREEAM
Este sello inglés nació en 1990 y posee un amplio reconocimiento internacional. La versión española de BREEAM (BREEAM ES) la introdujo a través del Instituto Tecnológico de Galicia (ITG) en 2010, traduciendo los manuales y adaptando los esquemas de certificación a la normativa española, convirtiéndose hoy en día, en el sello de sostenibilidad más popular en España.
LEED
Es el sello estadounidense por excelencia, creado en 1993 por el US GBC (United States Green Building Council), asociación perteneciente a la red internacional WordGBC [1]. Comparte liderato con BREEAM en cuanto a sellos con mayor reconocimiento internacional. No obstante, el número de edificios registrados con LEED es menor al del sello inglés, tanto a nivel internacional como a escala nacional.
WELL
Esta certificación surgió en 2014 también en Estados Unidos, y se centra exclusivamente en la salud y el bienestar de los ocupantes del inmueble. Es compatible con otro tipo de sellos con criterios más amplios.
Los sellos mas conocidos creados en España son los siguientes:
VERDE
Esta propuesta española fue presentada en 2009 por GBCe (Green Building Council España). Los criterios a tener en cuenta son muy similares a los empleados por otros esquemas como BREEAM o LEED. Se adapta a la normativa tanto española como europea. A pesar de ser la alternativa local, no alcanza las cifras de certificaciones que los sellos más populares han logrado en España.
AENOR EDIFICIO SOSTENIBLE
De todos los sellos mencionados, este es el más reciente. En 2022 Aenor otorgó las dos primeras certificaciones de Edificio Sostenible.
Otros países
En otros lugares del mundo también se han desarrollado sus certificaciones nacionales, como DGNB en Alemania. De hecho, desde 2019 GBCe actúa como organismo certificador de este sello en España (DGNB ES), aunque el número de edificios todavía es bastante menor al del resto.
Conclusión
Para obtener una buena calificación en cualquiera de estos sellos, es imprescindible utilizar productos y materiales sostenibles. Ejemplo de ello son los productos con altos niveles de material reciclado, bajas tasas de emisiones de contaminantes, poseedores de ciertas ecoetiquetas como EPDs, aparatos sanitarios de bajo caudal o equipos de climatización renovables. Como es el caso de las tuberías y sistema de suelo radiante Pressman, que puede ayudar a obtener puntos en algunos de los criterios BREEAM.
Visto esto, queda claro que la forma de evaluar de los tres sellos es similar.
En definitiva, si bien por ahora estos sellos son de carácter voluntario, cada vez son más los edificios que optan por adoptar distinciones medioambientales de este tipo. Se trata de inmuebles con mejores financiaciones, menores costos de habitabilidad y mayores niveles de salubridad. Al fin y al cabo, la sostenibilidad interviene cada vez en más sectores y el de la edificación no podía ser una excepción.
[1] WorldGBC: se trata de una organización internacional con presencia en más de 75 países. Promueve prácticas de sostenibilidad en la edificación y la construcción para lograr el objetivo de parque inmobiliario con cero emisiones netas de carbono para 2050.