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Tuberías plásticas

En las últimas décadas el uso de tuberías plásticas se ha generalizado debido a su mayor resistencia a la corrosión, su flexibilidad y su precio más reducido.

Tuberías de plástico es un término que se utiliza para designar sistemas de tuberías de plástico para el transporte de una variedad de fluidos, así como sistemas de vacío. Las tuberías suelen contener agua potable y residual presurizada, productos químicos, fluidos de calefacción y refrigeración y aire comprimido.

  • • Son resistentes a la corrosión ambiental.
  • • Son flexibles y ligeras, lo que facilita su manipulación e instalación.
  • • No sufren incrustaciones de cal.
  • • Su precio es estable y son más económicas que las metálicas.
  • • No requieren recubrimientos ni tratamientos especiales.
  • • Son menos ruidosas que las tuberías metálicas.
  • • No aportan sabor al agua.
  • Baja conductividad térmica y nula conductividad eléctrica.
  1. Polietileno: Las tuberías plásticas de polietileno son muy flexibles, presentan una buena resistencia química, tienen poca permeabilidad al vapor de agua y cuentan con excelentes propiedades eléctricas ya que el polietileno no es un buen conductor. Son de color negro por la pigmentación que se les aplica para protegerlas de los rayos UVA.
    Por su baja resistencia al calor, solo se utilizan para conductos de agua fría: instalaciones de riego, abastecimiento, evacuación de aguas residuales, tramos enterrados de instalaciones contra incendios…
    El polietileno tiene dos variantes:

    • • Polietileno de baja densidad (PEBD), empleado como material termo retráctil, en films o mangueras de riego.
    • • Polietileno de alta densidad (PEAD), utilizado en envases, contenedores y tuberías, especialmente conducciones enterradas de gas. Es más resistente a la temperatura que el PVC.
  2. Polietileno reticulado (PEX): El polietileno reticulado nace como resultado de un proceso químico en el que se cambia la estructura molecular del polietileno. Esta modificación le aporta memoria térmica, además de otras mejoras como una mayor resistencia a altas y bajas temperaturas y a los impactos.
    Cuenta con una elevada resistencia al calor, así como un excelente comportamiento ante la deformación por el paso del tiempo. Se emplea como material de conducción en instalaciones de agua fría y caliente, tanto para uso alimentario, como para calefacción o para suelo radiante.
    Se ensambla mediante racores de compresión y accesorios no soldables, permitiendo una perfecta estanqueidad.
    Existen 3 tipos de tuberías plásticas de polietileno reticulado en función de su grado de reticulación, o lo que es lo mismo, del nivel de entrecruzamiento y unión que se produce entre los átomos de carbono del polipropileno cuando es sometido al proceso de reticulación.

    • • PEX-a. Grado de reticulación superior al 70%
    • • PEX-b. Grado de reticulación superior al 65%
    • • PEX-c. Grado de reticulación superior al 60%

    En el caso concreto del grado de reticulación PEX-a, aporta mejoras en las características mecánicas de la tubería, concretamente en la memoria térmica, lo cual quiere decir que el tubo tiene la capacidad de cambiar su dimensión cuando se le aplica una fuerza y vuelve a su estado inicial cuando dejamos de aplicarla.

  3. Tubería multicapa: Como su propio nombre indica, la tubería multicapa está formada por tres capas que combinan termoplástico con aluminio. Está compuesta por un tubo interior de polietileno del tipo PEX o PERT (variante del polietileno con una mayor resistencia térmica), una capa de aluminio y una capa exterior de polietileno. También dispone de capas adhesivas intermedias que aseguran una unión homogénea.
    Las capas interiores y exteriores de polietileno dotan al tubo de resistencia a la presión y temperatura, mientras que la capa intermedia de aluminio le confiere unas propiedades mecánicas mejoradas y proporciona a la tubería una impermeabilidad total ante agentes que podrían llegar a generar corrosiones, olores, sedimentaciones no deseadas…
    Es una de las tuberías plásticas idónea para aplicaciones en conducción de agua caliente (tubos de calefacción o ACS) o de transporte de fluidos corrosivos. Las restricciones de temperatura a las que se ve sometido el suelo radiante, hacen del tubo multicapa el ideal para esta aplicación.
  4. Polibutileno (PB): El polibutileno es un derivado del plástico con buen comportamiento que se emplea en fontanería y calefacción por sus propiedades en conducción de agua fría y caliente a presión, su permeabilidad al oxígeno y por su flexibilidad. Su mayor dificultad radica en las uniones, que deben realizarse por termosoldadura o por racores a presión.
    Se utiliza para instalaciones hídricas de calefacción, redes para alimentos y pastas líquidas que requieran atoxicidad, seguridad y rapidez en la instalación.
  5. Polipropileno (PP): Es un termoplástico con densidad más baja que otros y parcialmente cristalino. Su resistencia química y sus características mecánicas lo han convertido en un buen material para fabricar tuberías. Existen varios tipos de polipropileno, pero el más usado es el copolímero (PP C), que se obtiene por adición de etileno en la polimerización, mejorando las propiedades mecánicas del tubo, aportando dureza y maleabilidad.
    La tubería de polipropileno se emplea en conducciones de saneamiento, evacuación, pluviales y canalizaciones sin presión. Se suministra en barras y la unión entre piezas es por termofusión (calentamiento de las piezas que se van a unir hasta que se funden entre sí), ya que no admite pegamentos. Su gran ventaja es que no presenta uniones mecánicas, muy propensas a sufrir fugas de agua con el paso del tiempo debido a las dilataciones y contracciones de los materiales.
  6. Policloruro de vinilo (PVC): El policloruro de vinilo es un tipo de plástico muy empleado en instalaciones sanitarias, fundamentalmente en saneamiento y agua fría, que admite una temperatura máxima de 45 grados. Conocido popularmente como PVC, es un material muy ligero y prácticamente inalterable.
    Como ves, cada material ofrece unas características determinadas y, por tanto, unas ventajas e inconvenientes muy concretos. Por este motivo, conocer las peculiaridades de las diferentes tuberías plásticas es fundamental para elegir la que mejor se ajusta a las necesidades de la instalación. Marcas como Pressman o ABN Pipe Systems son especialistas en este tipo de tuberías que encontrarás en cualquiera de nuestros centros.
  • • Rojo: Fluidos de extinción de incendios (agua, espuma, CO2, entre otros).
  • • Naranja: Fluidos tóxicos y corrosivos, o que producen dichas sustancias.
  • • Amarillo: Fluidos inflamables y oxidantes.
  • • Café o marrón: Fluidos combustibles.
  • • Verde: Agua potable.
  • • Azul: Aire comprimido.
  • • Púrpura: Alcalinos o definida por el usuario.
  • • Negros: Aguas negras o definida por el usuario.
  • • Blanco: Normalmente, aire de ventilación o definida por el usuario.
  • • Gris: Gases o cables o definida por el usuario.

* Muchos de estos colores pueden cambiar entre las diferentes empresas, por eso es necesario tener el código de color que utiliza la empresa, de manera que nos garantice que circula por la tubería en concreto.

El etiquetado de las tuberías es el que describe el producto y, al mismo tiempo, garantiza el cumplimiento de la normativa. La información que podemos recabar a partir del etiquetado es la siguiente:

  • • Nombre del fabricante o logotipo.
  • • Tipo de material plástico en el que está compuesta.
  • • Información sobre la presión y la temperatura que soportan.
  • Datos de producción.
  • • Estándares ISO y otros referidos a la seguridad.

Las principales ventajas se listan a continuación:

La serie del tubo se define como S=(DN-e)/2e; siendo DN=diámetro exterior del tubo y e=espesor.

Aunque este parámetro no forma parte de la terminología relativa a la utilización de tuberías plásticas, puede venir marcado de forma indeleble sobre la superficie de la tubería como simple dato de referencia.

El adhesivo plástico (adhesivo común) se utiliza en tubos de soldadura y conexiones de diámetros pequeños (hasta 50 mm).

El adhesivo plástico extrafuerte, por otro lado, debido a su curado más lento y porque es un 25% más resistente a las tensiones que el adhesivo común, está indicado para el uso de soldadura en diámetros grandes (más de 60 mm).

Sí, los tubos y las conexiones pueden exponerse al sol sin riesgo de perder su resistencia a la presión hidrostática interna.

Sin embargo, la acción de los rayos ultravioleta del sol causará decoloración (pérdida de pigmento) de las partes.

Para fluidos, las velocidades típicas son de alrededor de 1m/s. Para diámetros mayores, las velocidades suelen ser mayores. Para fluidos más viscosos, suelen ser más bajas. Para gases suele ser bastante más grandes (entre 20 y 40 m/s).

Para impedir cualquier ataque químico al metal, conducir agua o dar más resistencia ante la corrosión en altas temperaturas y así eliminar la acumulación de depósitos en la pared de los tubos.

Suelo radiante

Es un sistema cerrado de tuberías distribuidas por toda la superficie del suelo de forma uniforme, mediante las cuales circula agua a baja temperatura para conseguir un ambiente con una temperatura agradable y homogénea tanto en verano como en invierno, sin resecar el aire, sin producir corrientes ni ocupar espacio.

El suelo radiante además es el tipo de calefacción que más se acerca al tipo de calefacción ideal de todos los sistemas.

El suelo radiante es el único sistema de climatización recomendado por la OMS. Se caracteriza por ser el más eficiente y económico para dar calefacción y refrescar viviendas unifamiliares, edificios de viviendas, reformas, industria, oficinas, agricultura y ganadería.

Las instalaciones de suelo radiante pueden realizarse:

En viviendas: tanto individuales como colectivas con sistemas para obra nueva o rehabilitación.

En edificios: oficinas, fábricas, residencias de ancianos, hospitales, guarderías, colegios, universidades, iglesias, naves industriales, museos, criaderos de animales, residencias caninas, hangares, hoteles, tiendas, etc.

Complejos deportivos: gimnasios, polideportivos, piscinas, centros de alto rendimiento, pistas de tenis, pádel, campos de fútbol sala, salas de yoga, meditación, pilates, zonas comunes, vestuarios, etc.

Al aire libre: rampas de acceso, zonas peatonales, en parkings, zonas de paso y escaleras como sistema anti-hielo, casetas para animales, etc.

Una de las principales ventajas del sistema de suelo radiante es el importante ahorro que se consigue en la factura energética, pudiendo ser entre un 10 y un 60% respecto a otros sistemas de calefacción. Trabajando a una temperatura alrededor de 35°C, mientras que otros sistemas como los radiadores requieren 65-75°C.

En absoluto, todos nuestros sistemas de suelo radiante, así como los materiales que los conforman están certificados por AENOR, y son sometidos a exhaustivos ensayos por lo que una vez instalado y realizados los ajustes en la puesta en marcha y las pruebas de estanquidad, es uno de los sistemas más seguros del mercado.

Ambos sistemas de calefacción conllevan la realización de obras para poder realizar su instalación, siendo para un sistema de calefacción por radiadores más leves que para un sistema de suelo radiante. Pero, este último, nos reporta un ahorro energético en la factura considerable, distribución de calor homogénea con una notable mejora del confort térmico, no deja ningún elemento a la vista disponiendo de mayor espacio útil. Además, la instalación de suelo radiante logra mejorar la certificación energética de la vivienda.

El suelo radiante mantiene la humedad natural de la estancia, evitando la generación de polvo y concentración de ácaros, mientras que los radiadores tienden a reducir no solo la humedad, sino también el nivel de oxígeno.

Cualquier fuente de energía permite el funcionamiento correcto del suelo radiante (placas solares, gas, biomasa, gasoil, geotermia, aerotermia, placas termodinámicas, etc.)

En especial es muy recomendable usar fuentes de energía renovable, incluso con apoyo de energía solar fotovoltaica, pues al ser un sistema de calefacción que requiere bajas temperaturas de funcionamiento, nos permite acercarnos mucho al autoconsumo. La combinación definitiva y posible para una edificación sostenible.

Una vez nos hemos decidido por un sistema de calefacción eficiente y de calidad, debemos decidir el suelo. En este apartado, si siempre has soñado con uno, pero crees que no es compatible con el suelo radiante, no te preocupes, porque todos los tipos de solado son compatibles con este sistema de climatización.

La refrigeracion suelo radiante para enfriar, se puede definir como un método de climatización o refrigeración en negocios, viviendas, edificios administrativos… es válido prácticamente para cualquier tipo de proyecto.

El suelo radiante es un emisor de baja temperatura constituido por una red de tuberías distribuidas uniformemente bajo el pavimento, por las cuales circula el agua. De esta manera, en la calefaccion por suelo radiante, el suelo se convierte en gran emisor térmico que funciona de forma homogénea y confortable. Se trata del sistema más eficiente y económico para necesidades de calefacción, sustituyendo a los sistemas..

Instalar suelo radiante siempre es ventajoso. Los sistemas de suelo radiante hacen que la totalidad de la superficie de la instalación se transforme en un sistema de calefacción y/o refrescamiento en sí misma.

Dependiendo del tipo de material que se utilice para la realización de la losa que se coloca encima de las placas aislantes para la instalación de los tubos de suelo radiante y del espesor de estas placas aislantes, la altura puede variar.

La potencia que se puede aportar con las instalaciones de suelo radiante viene limitada por la temperatura máxima que se puede alcanzar en la superficie de este y que por normativa será como máximo de 29ºC.

En función de la temperatura en superficie (depende de la temperatura de impulsión del agua en el suelo radiante y la resistencia térmica de los solados instalados) y de la temperatura ambiente las potencias emitidas pueden variar, pero es posible entregar potencias por encima de lo que requiere cualquier edificio, incluidos los anteriores a la normativa de edificación del año 1979 (NBE-CT 79), con pocos o nulos aislamientos.

Es muy importante la elección del tipo de tubería a instalar en un suelo radiante ya que puede ser un factor importante de averías a posteriori, el realizar la instalación con el tubo inadecuado.

El mantenimiento requerido por una instalación de suelo radiante se debe principalmente a la observación de la producción de lodos, debido a la gran cantidad de agua que contienen las instalaciones y por lo tanto, del posible contenido de oxígeno en ellas.

Suele ser suficiente, siempre que se hayan aplicado las precauciones necesarias en instalación, llenado y puesta en marcha, un mantenimiento anual.

Una de las ventajas de operar con suelo radiante es que estos trabajan a bajas temperaturas de agua, en torno a 35-40ºC, lo cual hace que respecto a las instalaciones con radiadores de alta temperatura (aluminio, chapa de acero y hierro fundido), se baje prácticamente a la mitad esta temperatura con el consiguiente ahorro de energía en la producción térmica.

Con bajos costos de funcionamiento, su suelo radiante se pagará por sí mismo generando considerables ahorros energéticos.

Debido a la descarbonización que las normativas europeas imponen a los estados miembros y dada la inestabilidad de los mercados de combustibles fósiles (gas y gasóleo), es recomendable que la producción térmica para los suelos radiantes se haga mediante sistemas eléctricos, como son las aerotermias o bombas de calor.

Las aerotermias son equipos capaces de aprovechar de manera gratuita el calor renovable del aire en un 75-80% para calefactar las estancias con suelo radiante, con la ventaja de eficiencias muy altas debido a temperaturas de producción de agua muy bajas necesarias en dichas instalaciones. Esto permite incluso el uso de energía solar térmica de apoyo.

Además el hecho de electrificar la generación térmica con la aerotermia, permite el aprovechamiento de la energía solar fotovoltaica pudiendo llegar en determinados casos y momentos, a un autoabastecimiento total en la climatización.

Reemplazar su sistema de calefacción central con un suelo radiante puede ayudar a eliminar la congestión potencial de la habitación, la calefacción por suelo radiante nunca sobrecalienta un espacio. Los radiadores también tienden a hacer circular el polvo por una habitación, mientras que la calefacción por suelo radiante no lo hace, lo que le proporciona un aire más limpio y claro.

Es posible usar calefacción por suelo radiante en lugar de radiadores y para ello se deberá calcular e instalar la configuración del suelo radiante adecuada (paso de tubos, temperatura del agua, etc) para aportar la demanda térmica exigida y adaptar la instalación hidráulicamente para su correcto funcionamiento.

Sin radiadores voluminosos o tuberías expuestas que ocupen un valioso espacio en la pared y el suelo, el suelo radiante proporciona una solución de calefacción “invisible”. Le permite tener mucha mayor libertad con su diseño de interiores para que realmente pueda hacer de su hogar un santuario sin compromisos de estilo.

Cuando se trabaja con bombas de calor o aerotermias, suele ser necesario la instalación del depósito de inercia para que el equipo complete de manera satisfactoria su ciclo frigorífico y evite que se produzcan elevados arranques y paros.

El suelo radiante-refrescante es perfectamente válido para el refresco de las viviendas, pero su emisión térmica depende de la humedad relativa de las estancias a enfriar, de cara a que no se produzcan condensaciones en la instalación.

Esto se traduce en que en localidades de elevada humedad relativa como son las zonas de costa, su emisión es más limitada y por lo general necesitan de apoyos (fancoils, splits, etc) para poder enfriar las estancias o deshumectadoras para bajar dicha humedad.

Para las zonas de interior en las que las humedades son bajas, suele ser más que suficiente el enfriamiento producido por los suelos refrescantes.

Sistemas de tubería preaisladas

Este sistema de tubería flexible preaislada está especialmente indicada para sistemas de calefacción/frío donde la central de producción está ubicada fuera de los puntos de consumo.

La tubería preaislada principalmente se aplica en sistemas de calefacción/refrigeración, sistemas de ACS, distribución de agua de red y aerotermia.

Sí, gracias a su carcasa de polietileno de alta densidad resistente a los rayos UV. Estas tuberías son aptas para instalaciones en exteriores.

La tubería preaislada, tiene un material ligero y muy flexible, lo que facilita y acelera el proceso de instalación. Viene enrollado en largas tiradas por lo que requiere menos acoplamientos subterráneos, reduciendo así posibles puntos de fugas.

Las tuberías preaisladas cuentan con varias propiedades fundamentales como son la resistencia química a la corrosión a largo plazo, la resistencia a altas temperaturas y a altas presiones, la rugosidad y pérdida de carga muy bajas, la alta flexibilidad y robustez al mismo tiempo, y una larga durabilidad.

No se requieren ni soldadores expertos ni herramientas especiales de montaje para instalar la tubería preaislada Terrendis.

Todas las tuberías se producen en bobinas de 100 metros, que a posteriori pueden ser cortadas a demanda.

¿Cómo se instala el suelo radiante?

instalacion sueloradiante

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